Cuadernos de Política Exterior Argentina (Nueva Época), 142, Julio-Diciembre 2025
ISSN 1852-7213 (edición en línea)
2024j). De esta forma se cierra un círculo retórico que une a la tradición bíblica con la modernidad
capitalista. En este marco, el ataque a Israel es percibido como un ataque a los fundamentos
mismos del mundo libre: “Israel es continuamente atacado por toda la izquierda internacional.
Porque saben que, si rompen a Israel, rompen los valores de Occidente y con eso, el
capitalismo”(Casa Rosada, 2024j).
A su vez, el islamismo radical es tematizado como una amenaza concreta, tanto simbólica como
militar, que se expresa en el terrorismo y en el resurgimiento del antisemitismo. En su última visita
a Israel, en junio de 2025, el presidente argentino señaló: “Por más disímiles que parezcan, ambos
fenómenos conducen al mismo lugar: la desaparición total de occidente […] la victoria de Israel
en la guerra constituiría una victoria para todo el mundo occidental” (Itongadol, 2025).
Las referencias al terrorismo y a la justificación de Israel a defenderse, aun cuando ello implique
ataques preventivos, son un rasgo constante en el discurso político mileísta. Por caso, cuando, en
abril de 2024, Irán realizó un ataque directo a Israel por primera vez en su historia, la oficina del
presidente emitió un comunicado expresando que: “La República Argentina reconoce el derecho
de los Estados-Nación a defenderse […] El Estado de Israel es baluarte de los valores occidentales
en Medio Oriente y la República Argentina siempre estará de su lado frente a quienes pretenden
su exterminio” (Oficina del Presidente Javier Milei, 2024).
Asimismo, la dualidad terrorismo-antisemitismo combina dos niveles de la visión religiosa: por
un lado, identifica un enemigo externo a Occidente y, por otro, denuncia su validación interna por
parte de las élites occidentales, a las que acusa de traicionar su propia civilización. “Decenas de
miles de jóvenes a lo largo y a lo ancho de los campus universitarios [están] reivindicando el
terrorismo islámico y promoviendo el antisemitismo”, denunciaría Milei en una conferencia
dictada en el Instituto Milken, en mayo de 2024 (La Nación, 2024).
Por último, vale señalar que la identificación de Occidente con la tradición judeocristiana
también se enuncia en términos casi épicos. En su intervención en la CPAC de Mar-a-Lago, Milei
traza una genealogía que une a los filósofos griegos, los emperadores romanos y los científicos
modernos en una misma línea civilizatoria: “La causa de los filósofos atenienses que con Alejandro
Magno cabalgó a Egipto y Asia, que los romanos consolidaron, que renació con Carlomagno, que
resistió a los árabes y reconquistó España” (Casa Rosada, 2024g). Esta narración condensa siglos
de historia occidental en un relato de lucha contra el despotismo oriental, el oscurantismo religioso