Cuadernos de Política Exterior Argentina (Nueva Época), 137, junio 2023, pp. 93-113
ISSN 0326-7806 (edición impresa) - ISSN 1852-7213 (edición en línea)
imagen de la ciudad, como el acceso a grandes volúmenes de información, sirviendo de
estímulo para el desarrollo interno (Borja y Castells, 1997). Además, “(…) pueden llegar a
generar vínculos de confianza, entre ciudades cuyos países, a nivel gubernamental, mantienen
relaciones tensas, o de confrontación, lo que les confiere un potencial interesante para tender
puentes en la resolución de conflictos y controversias” (Fernández de Losada y Zapata, 2022,
p.2).
Dentro del ecosistema internacional de redes de ciudades (Fernández de Losada, 2019), se
distinguen las regionales de las globales en base al origen de sus integrantes y a sus objetivos.
En general, las redes regionales están constituidas por actores subnacionales de una misma
región y su finalidad es impactar sobre los procesos que se desarrollan en la misma, mientras
que las globales poseen integrantes de diferentes regiones del mundo y sus objetivos tienen
dicho alcance. Dentro de las primeras se encuentran, por ejemplo, la Red de Mercociudades, la
Federación Latinoamericana de Ciudades, Municipios y Asociaciones de Gobiernos Locales
(FLACMA); en tanto que, en las globales, se incluyen a la organización Ciudades y Gobiernos
Locales Unidos (CGLU), la Asociación Internacional de Ciudades Educadoras (AICE), entre
otras.
Por lo expuesto, estas dimensiones contienen herramientas que permiten demostrar el
entramado de vinculaciones que pueden establecer los gobiernos subnacionales, plasmando la
integralidad de la política internacional subnacional.
Ahora bien, la variedad de actividades internacionales que producen los actores subnacionales
ha llevado a la necesidad de establecer índices y tipologías (García Segura, 1996; Philippart,
1997; Fronzaglia, 2005; Schiavon, 2010; Lara Pacheco, 2014; Gasser, 2017; Ippolito, 2019,
entre otros) que permitan sintetizar el nivel de participación de estos actores y expresar la
complejidad de su accionar. Entre los esfuerzos que sistematizan el perfil internacional se
encuentran, por ejemplo, el llevado adelante por Philippart (1997) quien estableció las
categorías mínima, menor, mayor, y máxima paradiplomacia; considerando en la mínima a la
cooperación transfronteriza, mientras que en el otro extremo, la diplomacia máxima, refería a un
fuerte regionalismo y nacionalismo, teniendo por objeto reforzar los beneficios regionales. Otra
propuesta de medición del nivel de internacionalización es la de Gasser (2017), retomando dos
dimensiones: el grado de institucionalización y el grado de desarrollo de las relaciones
internacionales. En la primera incluye variables tales como posicionamiento, actores, legalidad,
planeamiento, presupuesto y democratización; mientras que en la segunda, se contemplan las
relaciones bilaterales, las multilaterales, el reconocimiento internacional y la promoción
internacional. Su análisis principalmente descriptivo lo realiza a través de un conjunto de
indicadores determinando en cada uno de ellos niveles alto, medio y bajo, aplicándolo sobre
ciudades de diferentes dimensiones poblacionales y socioeconómicas de la provincia de Santa
Fe, Argentina. Asimismo, Ippolito (2019) propone el Índice de actividad paradiplomática que
incorpora tres dimensiones: acciones de cooperación internacional, de promoción y proyección
y protocolar generando seis categorías de nivel de participación: muy alto, alto, medio-alto,
medio-bajo, bajo y muy bajo.
Asimismo, en la tipología diseñada para el caso mexicano, Schiavon (2010) observa cuatro
niveles de relaciones externas (bajo, medio, alto y muy alto) en base a tres rubros: estructura
gubernamental, actividad económica y actividad política. Posteriormente contrapone estos
niveles de participación con diferentes variables explicativas: nivel de ingreso, gobierno
yuxtapuesto, situación geográfica fronteriza y visibilidad coyuntural en el exterior. Por su parte,
Lara Pacheco (2014) en un análisis sobre grandes metrópolis (México, Singapur y Bilbao),
desarrolla la elaboración de una tipología que complejiza el análisis, en la cual estipula los
mecanismos y las acciones específicas que las ciudades realizan para proyectarse
internacionalmente entre los que señala: las actividades paradiplomáticas, la pertenencia a
asociaciones y redes de ciudades, la cooperación internacional descentralizada, la
97