Cuadernos de Política Exterior Argentina (Nueva Época), 136, diciembre 2022, pp. 119-133
ISSN 0326-7806 (edición impresa) - ISSN 1852-7213 (edición en línea)
Otra medida tiene que ver con las multas y sanciones a los buques que pescan ilegalmente. Por
supuesto, se debe continuar con el control sobre el Atlántico, pero deberían incrementarse las
actividades de control y vigilancia, así como de capturas de buques. Actualmente, se capturan
solo 2 buques en promedio por año
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, cuando arriban alrededor de 400 por año, para pesca
ilegal. Además del incremento en la presencia de nuestras fuerzas y de las capturas, se debe
fortalecer las medidas con el aumento en las multas y su actualización permanente, e incluso
considerar la incautación de la pesca/mercadería y la posible detención de los tripulantes (lo
cual requiere una reforma del Código Penal).
En esa línea, en el año 2020, se modificó la Ley de Pesca (Cancillería, 2/9/20) para actualizar el
monto de las multas, en base al precio del litro del gasoil, que no se actualizaban desde 1998.
Sin embargo, hasta el momento, ningún buque extranjero fue sancionado con las nuevas tarifas.
Entonces, se requiere la fórmula del nuevo esquema con buenos niveles de aplicación, lo cual
no solo serviría para fortalecer la posición argentina, sino también nos permitiría obtener fondos
que podrían ser asignados para solventar algunos de los gastos necesarios planteados en este
trabajo. Una posibilidad, sería que los fondos tengan asignación específica, donde una parte
(60%) este dirigido a continuar con la terea de control y captura, y el resto (40%) para un fondo
destinado al desarrollo de la industria naval. Esto permitiría tener más recursos para continuar
con las actividades de control y captura, así como para equipar a la fuerza con equipamiento
moderno, y tener financiamiento suficiente para suministrar insumos necesarios para la
logística.
Otra medida, más práctica, tiene que ver con llevar adelante una tarea conjunta entre las
empresas pesquera nacionales y la Armada. Esta es una idea de Lerena, quien propone ubicar
toda la flota congeladora en la milla 200 con combustible libre de impuestos pescando con el
apoyo de la Armada (Lerena, 2021). Esto podría impulsar aún más el desarrollo pesquero, el
cual permitiría fortalecer al empresariado nacional vinculado a esta región y crearía intereses y
preferencias tanto de trabajadores como empresarios, con sus vínculos en la sociedad civil, para
robustecer el reclamo argentino por Malvinas.
Todas estas medidas, podrían enmarcarse en un Ministerio del Mar o secretaria de estado, que
sea la encargada de entender sobre las prácticas de extracción, explotación, investigación,
tecnología, calidad, sanidad y seguridad de los recursos naturales (Lerena, 2021).
Por supuesto, estas son algunas posibles medidas a las que se debería apuntar, ajustándolas a la
realidad presupuestaria de nuestro país. Posiblemente sean sujetas a críticas, y quizás la más
importante podría ser el planteo de una posible militarización por parte de Argentina. El
problema de esa crítica es que omite que la zona de Malvinas ya está militarizada e
internacionalizada.
Por todo esto, el reclamo soberano por Malvinas debe persistir en lo diplomático y sostenerse en
las políticas internas que permitan acelerar y presionar sobre los procesos de diálogo y acuerdo.
Mientras tanto, este tipo de políticas podrían generar grandes efectos positivos en toda la
economía nacional a la par que generarían una gran visibilizarían del tema.
Para eso, resulta fundamental que se haga una primera visibilizarían sobre la población,
gobernantes y referentes internacionales, que puedan actuar como impulso motor para iniciar
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En las últimas 3 décadas se capturaron 80 buques: 15 de Corea del Sur, 12 de China, 11de Taiwan, y
11 de España (PNA, s.f).
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